domingo, 28 de noviembre de 2010

Memoria de un Tallerista

"Era"... es solo una palabra, mas encierra grandes misterios, el "es" y el "será" no son mas que una parte de ella...como el tren del tiempo que todos tomamos sin saber a donde nos conducirá, o como la puerta mágica que deslumbra con su belleza a este pobre ignorante que se deja llevar por sus encantos, sí, soy ignorante porque sus misterios me son desconocidos mas su belleza y su calor son tan confiables que me entrego a su fuego sin pensarlo.
Ya estando dentro no vi lo que me ofrecías.
¿Dónde están los colores? ¿Qué pasó con la belleza angelical?
Hoy solo veo un paisaje voraz que me destroza el alma, despierto y me doy cuenta que estoy bajo la sombra, todo el tiempo lo he estado!... no vi el arbol....
Que desdichado me siento pero a la vez afortunado.
Al llegar al desierto soñé con un campo lleno de arboles cuyos frutos eran deliciosos, además vi pocas personas deleitándose con sus frutos, personas con el mismo anhelo que Yo... sin pensarlo me uní a ellos siguiendo el camino hacia el horizonte.
Perdí lo que nunca tuve y gané lo que no esperaba, mas me lo merezco puesto que me dejé llevar.
Buscaba reposo y encontré trabajo extenuante que al fracturar mis huesos y desgarrar mis músculos dió origen a un nuevo ser.
El "Marco" que era ya no es, la sangre empezó a llamar desde lo profundo del corazón, gritaba desde el mundo del silencio, la tierra testificaba que algo había sucedido, sí, algo que cambió el rumbo del mundo,algo que debía contarse, algo que valía la pena vivir... volver a vivir....
Meses de extenuante ejercicio, sol, lunas y sacrificio no son suficientes pero sí necesarios para emprender el viaje, esta vez el destino no es desconocido, ya hay una meta, un motivo de lucha, algo que vale la pena vivir.... volver a vivir...
El arte es una imitación de la naturaleza, partiendo de este pensamiento me pregunto...
¿He estado viviendo el arte?... ¿Acaso no he sido mono, colibrí, serpiente y toro? La respuesta es sí... me pregunto nuevamente...
¿He estado viviendo el arte? La respuesta es un rotundo ¡SI!...
La herencia ancestral es algo que el cuerpo y la cotidianidad podrán "ocultar" mas el espíritu, esa energía sin principio ni fin, es aquella que porta la semilla de esos arboles que un día habitaron la tierra.
Mi objetivo fué sembrar en las personas algo que ha germinado en mi corazón, algo que he visto crecer, transformarse día a día en algo nuevo... en algo bueno...
Al caer la noche, si, cuando el sol ya se ha ido, son las estrellas las encargadas de adornar el cielo. Junto a mi maestro y mis compañeros hemos formado hermosas constelaciones que han brillado el la oscuridad del cielo de muchos mundos...
Estoy agradecido a la casualidad y le debo una a la perseverancia, de no ser por ellas no estaría donde estoy... la tranquilidad y la paciencia son el mejor regalo que el amor me ha dado y el cofre donde están se lo debo a Dios.
Ahora sé que las ganas de luchar son las mejores armas que un hombre puede portar para vencer el temor.
Ahora que conozco mi pasado.... estoy listo para proyectarme al futuro.

MARCO ANTONIO QUEVEDO